La tecnología blockchain es como una gran base de datos descentralizada (ningún participante tiene más autorización que otro) y cuyo contenido (protegido criptográficamente) no puede ser alterado.
Hablando más técnicamente, podríamos decir que una blockchain es un conjunto de ordenadores o servidores llamados “nodos” que, conectados en red, utilizan un mismo sistema de comunicación (protocolo) con el objetivo de validar y almacenar la misma información registrada en una red P2P. El motor de la blockchain es la suma de todos esos elementos que logran que la información recogida no pueda modificarse porque complejos algoritmos criptográficos, sumados a la propia capacidad colectiva de la red, contribuyen a asegurar la irreversibilidad de la información.